domingo, 25 de diciembre de 2011

Indie de alcoba

Si hay un término discutido en el mundo de la música, ese es el término "Indie" (y si no, para eso estoy yo, que ya le habré dedicado como diez entradas....). ¿Que es un indie? ¿Qué le gusta a un indie? ¿Es el hipster el más indie o precisamente un buen indie debe rehuir del hipster?

Después de este empacho introductorio, decir por si sirve de bendición o condena, que me encanta la música indie, pero que no tengo ni puñetera idea de qué referentes usar cuando me preguntan que grupos de este tipo me gustan...

Hace tan sólo unos años lo hubiese tenido bien claro. Remontándome no más que en torno al 2005 con contestar The Killers, Kaiser Chiefts, Arctic Monkeys y Arcade Fire me bastaba. Pero ahora resulta que no, que esa gente con el chandalismo ilustrado por filosofía, en una nueva búsqueda de la cuadratura del círculo me tacharían de comercial.

Resulta que en 2011 la joya de la corona de la música independiente (que ya sabemos de sobra que tan independiente no es...) en España, el FIB, incluye a Julieta Venegas en el cartel y se convierte en un escándalo (lo puedo llegar a entender, aunque según la leyenda, no hay algo más indie en España que Raphael y ya sabemos de qué palo va su música...), pero para 2012, el "escándalo" es que el Primavera Sound (que si el FIB es la joya de la corona, el Primavera es el metal con la que se hizo) ha incluido a unos asiduos cabeza de cartel del festival castellonense, como lo son Franz Ferdinand, entre sus estrellas, y los comesushis más férreos se han llevado las manos a la cabeza...



A mi esto ya se me escapa de la razón.... Entonces a ver que me entere: Los británicos son lo suficientemente indies para ir al Benìcassim, pero no lo demasiado para ir al Primavera, en compensación tienen el permiso para ir al Rock In Rio pero ni hablar del Sônar... Sin embargo Björk tiene permiso para ir a donde le salga de la sesera, a los cuatro festivales mencionados o incluso a Eurovisión, porque eso ya sería lo más de lo más.

Llegado a este punto ni idea entonces de lo que es indie... Me voy convirtiendo en esos carcas a los que uno señala con el dedo y se ríe cuando al hablar de música rock indican a Miguel Ríos como referencia. Aunque debo reconocer que mucha culpa de que estos gafapastas al cuadrado nos cataloguen de "outsiders", la tenemos aquellos que alzamos al Olimpo a grupos como los Strokes que, tras dos discos sublimes, después no han sido capaces más que vivir de las rentas de sus primeras composiciones, sin ofrecer algo nuevo siquiera digno de catalogarse como "decente".

Me rindo. La próxima vez que me pregunten por mis referentes indies responderé que Bunbury, que con la carica de perrito pachón con la que sale en la portada de enero de la RollingStone me ha conquistado para siempre....

viernes, 11 de noviembre de 2011

La prensa musical definitivamente está ciega

Estos meses teníamos auténtica carnaza de primera para copar portadas de publicaciones musicales al más puro estilo de como hacía antaño la prestigiosa NME... sensacionalismo del bueno, del que revitaliza la industria.... y nada, el show business se sigue perdiendo entre un público quinceañero postmenstrual (incluidos también los chicos...) y una era en la que, en venganza de la radio, el reality killed a la video star.

Hay que ser muy purista y muy refinado (es decir, un pedante), para negar el tandem música + entretenimiento. A saber: ¿No es el mejor David Bowie una caricatura de si mismo? A pesar de ser a día de hoy una rancia cincuentona con una admirable capacidad para abrirse de piernas incluso Madonna era divertida... y hasta hace bien poco (descanse en paz... o como ella hubiese querido... que no descanse nunca) hasta las andanzas de Amy Winehouse estaban a la altura de sus grandilocuentes toques soul y de su entrañable moño... Hasta llegamos a lecturas de abuelos del rock 'nd roll más puro que se esnifan las cenizas de sus padres...

Tuvo que venir una friki con buen gusto para reutilizar estilos ajenos y un niñato castratti para que la decadencia de la MTV llegue al nivel de poner de presentadora de sus, en otros tiempos, referenciales entregas de premios a una chica disney...

¿Que a que me refería con la "carnaza", en el buen sentido del término", de la que podemos disponer hoy día? Los otrora genios de los medios Oasis, los hermanos Gallagher, tras su sonada separación, por fin comparten discos independientes el uno del otro en el mismo stand de las tiendas de discos, (o publicitados por igual en las web de descargas para ser más realistas) pudiéndose sacar de ello un "cara a cara" musical, más a tener en cuenta cuando los discos, uno más rockero y otro más pausado (adivinad cual es cual), siguen por los mismos derroteros.



En otros tiempos, la prensa británica que puso al servicio sus portadas a iconos como Pete Doherty y Kate Moss, (la modelo con mayor personalidad que ha pisado las pasarelas) hubiese sacado oro de las comparativas entre los nuevos grupos de los hermanos hoolligans, hubiesen vuelto primeras planas (al menos en espíritu) tan históricas como la que relató lo acontecido en el Knebworth o la célebre "pelea" entre el Country House de Blur y el Roll With It de Oasis...

¿Que ha pasado entonces para que la prensa pierda esta oportunidad? Ojalá fuera una actitud de no hacer leña del arbol caido, pero no, lo que ha pasado que tanto Noel como Liam se han centrado en seguir haciendo lo que mejor saben hacer, música... y en este mundillo ahora mismo eso es lo que menos importa, ¿O a alguien le importa lo "tracendental" de la musica de la Lady Radio?

lunes, 15 de agosto de 2011

Cuando la electrónica se envuelve en terciopelo

En 2011 se cumplen 20 años de la explosión del segundo de los fenómenos que pondrían a Inglaterra nuevamente en el epicentro de la música mundial. Si ya por el 91 el brit pop se encontraba en estado embrionario con el Animal Nitrate de Suede o con las primeras líneas del Leisure de Blur, algo más oscuro y creativo se gestaba desde los puertos de Bristol pero nuevamente dentro del underground tan de moda entre lo british a principios de década (y que tan buenos resultados les dio).

1991 es la fecha en la que se puso la piedra fundacional del fenómeno Trip Hop, una mezcla de electrónica y sonidos afros, sampleados y algo del hip hop que le da el apellido pero cuya mezcla final no se desprende nada ni de lo industrial ni de la pureza del Bronx.

1991 es la fecha en definitiva del Unfinished Sympathy de Massive Attack. La canción que introdujo lo vocal en las raves, la que metió de estraperlo los bafles de cancha de baloncesto urbana en el Ibiza más pastillero, pero sin raciones de "mitsubishis" ni de cadenas doradas de MCs, todo mucho más cuidado y desprendido de clichés.



Esta revolución de las pistas vino bien precedida por los excesivos años ochentas. Tanto empacho de sintetizador, de purpurina, de droga de lavabo pedía a gritos un poco de calma sin perder el ritmo. Para la gente normal el Pachá no es cosa de diario y se necesitaba algo con lo que disfrutar de una terraza, ya sea la que da a una copa de mojito o con vistas a un callejón cualquiera de barrio mientras pasas la resaca del sábado noche cigarrillo en mano.

Los noventa se abrian paso y el Trip Hop no iba a ser menos, hasta el punto que justo a mediados de la década fue cuando alcalzó su máximo esplendor de la mano de grupos que recogieron de manera sobresaliente el legado que Massive Attack comenzó a crear cuatro años antes. Portishead, Tricky, Everything But The Girl, Faithless, Morcheeba... seguían el instinto de lo "alternativo" y con este principio como base se postularon como la segunda opción frente al gigantismo de Blur, Oasis y compañia.

Estos sonidos quizás no hubiesen sido posible o no hubiesen tenido la misma repercusión si no hubiesen crecido en los noventa. Década en la que la depresión se refugiaba en la música, en la que los excesos daban lugar a grandes resacas. Es la década del grunge, del sonido ibicenco, de 'Trainspotting', de la diversión callejera.

¿Que queda de todo este legado? Pues eso mismo, reminiscencias. Si bien es verdad que el esplendor murió llegado el 2000 nos queda una gran influencia de este sonido en la democratización de las pistas de baile, en todos aquellos grupos que ofrecen una alternativa entremedio del dance chicle veraniego y el drum & bass ensordecedor, además de unos grupos que siguen en activo administrándose de manera sobresaliente (como es el caso del Third de Portishead, que se estuvo cociendo durante más de 10 años).

Curso intensivo de Trip Hop para todos los públicos

Fuera de pista:
Massive Attack - Unfinished Sympathy
Portishead - Glory Box
Air - Playground Love
Everything But The Girls - Missing
Hooverphonics - Eden
Morcheeba - The Sea
The Source Feat. Candi Staton - You've got the love

Dentro de pista:
Moloko - Sing It Back (live)
Tricky - Evolution Revolution Love
Röyksopp - So Easy
Faithless - Insomnia

lunes, 25 de julio de 2011

La democracia llega a las listas de ventas

Lo que pretende ser el barómetro sociológico en lo que a música española se refiere, la lista de Promusicae, ha dado un golpe de estado en el último mes al igual que se diera en las votaciones municipales. La diferencia es que mientras en la España bipartidista sigue sin haber sorpresas, en lo musical de vez en cuando a los "desencantados" se nos da ciertas alegrías.

Si de por sí la tendencia en el último mes ha sido dar un respiro a la saturación poppie cañí o de cantautores pseudopoetas con más aires al "flamenkito de triunfito" que a Serrat, dejando entrar a grupos de carretera y autofinanciación (aunque después acaben engrosando las listas de las "multis"), la "sorpresa" la ha dado el nuevo trabajo de los de Robe Iniesta.

Lo último de Extremoduro, Material Defectuoso, ha conseguido despachar las copias suficientes como para alzarse en el número uno de lo más vendido en el pasado mes de junio en nuestro país, desbancando al marketing de a bombo y platillo de Lady Gaga o a las viejas glorias de la España de carracas Camela. Antes puse entrecomillado "sorpresa" ya que poco, fuera aparte de desplazar a la reina del filete, tiene de sorprendente, a saber: el mercado de ventas físicas español es lo suficiente marchito como para que un lanzamiento de un grupo consolidado colme los primeros puestos, Extremoduro posee un potente grupo de fieles y es referencia histórica del rock en este país y por último, aunque despojado de marketing, se trataba de un lanzamiento esperado desde hace más de tres años.

Y es que los de la "tierra de conquistadores" gusta a un gran espectro de población y nadie se avergüenza de asumirlo. Tal es así que tan variopintos artistas como Melendi, Bebe, Lichis, Estopa... lo nombran como referente o de culto. Bueno, variopintos... no del todo, podemos ver en los nombrados que entre lo que más gusta es en lo "estropajoso light", lo canallesco que viste de Desigual, los que igual van a un concierto de Def con Dos que esperan a lo nuevo de Coldplay... Y ahí reside parte de la grandeza de este grupo, como un tatuaje que te recuerda quien eres, Extremoduro es capaz de llevarte a lo más salvaje de la vida sin perder tu puesto de trabajo, metiéndote la vida en vena aunque sea mediante los auriculares de un Ipod.

La sorpresa se magnifica cuando, tal como se puede comprobar en rollingstone.es, lo nuevo de los padres de Jesucristo García supera a históricos de las listas como Beyonce o los desorientados Black Eyed Peas (se habló mucho de Dover pero lo que este grupo ha hecho con su música, basándola completamente en sonidos de la vieja Ibiza del 93...), incluso Manel con su música sencilla y poco pretenciosa se ha abierto paso ante los gigantes norteamericanos y los herederos de los triunfitos españoles.

Quizás no sea momento para mirar las listas, aunque como en las electorales, se haya colado algo de representación popular y no industrial, y aunque los cambios sean pequeños, se hacen notar (que se lo digan a los de la SGAE)

domingo, 1 de mayo de 2011

La música clásica ya no tiene cabida (en las aulas)

Como buen periolistillo pues de vez en cuando gusta de hacer las entradas-protesta, ese tipo de entradas totalmente vacías de todo contenido útil pero que las dejas puestas por poder llegar algún día a decir... yo ya lo dije en su momento.

Por el título, uno se puede hacer una idea de mi reivindicación... pues no. Es que no es una reivindicación, es una afirmación, ahí, a lo bruto. Igual que afirmé en su día, hablando del chandalismo ilustrado, que no hacía falta hablar de los Beatles como el summun de la música porque varios entendiillos se hayan puesto de acuerdo en tomarlo como afirmación máxima, tampoco creo que actualmente sea necesario que todo estudio musical en las escuelas se base en piezas barrocas de rancio abolengo.

Igual que desde que se adoptó el sistema métrico no se habla de medidas como los galones o ya no se estudia la lista de los reyes godos, el mismo revisionismo se tendría que haber dado con la música.



Claro que ni se debe obviar la existencia de Beethoven, ni adoctrinar a la gente en como crear tendencia a lo Madonna, pero la cantidad de relleno que obviamos que hay en ese sistema educativo llamado ESO, daría para rellenar el tetamen de toda la lista de los 40 principales.

¿Que sentido tiene aprender a tocar torpemente la flauta dulce? ¿O analizar la composición del pentagrama de una canción popular judía? (que no es ironía, que yo lo tuve que hacer... y cantarla marcando los tiempos con el brazo... eso si que es bullying y no lo de ahora). Claro que la educación musical es importante, igual que lo es latín por muy chorra que parezca (que me lo digan a mí cuando, después de tanto despotricar esa asignatura, me enteré que la base de la gramática alemana se sostiene en declinaciones latinas, toma apunte cultureta), pero, o se hace bien o déjalo y dedica esa hora a instruir al alumnado a como abrir litronas con el canto de un banco, que creedme que sería de más utilidad (yo a día de hoy sigo siendo incapaz).

¿Es que no es más útil saber apreciar y comprender algo de nuestra actualidad o de hace unas décadas, a algo que correspondía a la burguesía elitista del siglo XVIII? ¿No resulta de mayor cultura general saber que es el sonido Madchester, que ocurrió en Woodstock o que se cocía en Seattle a principios de los 90?

Esto no es una reflexión sobre una visión utópica mía, que me libren de ser yo el que reformara el sistema educacional que a saber que es peor. Todo esto viene de un artículo de la RollingStone sobre por qué en Suecia no existe o no se ve acuciada la crisis "apocalíptica" de la industria musical, artículo que nuestra querida ministra de cultura debería leer de forma obligada más que cualquier otro informe venido de sus amiguitos de, bueno, ya sabemos de quienes es amiga esta señora y de quienes no.



El artículo en cuestión habla de que esa ausencia de crisis respecto a lo musical viene, a parte de otros factores como el económico o el climático, de la exquisita educación que reciben en esta materia desde bien pequeños, y es que ¿Quien no se aplicaría más en los estudios si el examen final fueras interpretar canciones de Nirvana o en el temario encajara entregas de trabajos sobre heavy metal?

Aquí, más preocupados por recaudar y por crear ganado inculto al que domar o mandar al extranjero en caso de fallo del sistema, costará vernos al nivel de un país en el que vivir de la música no es algo arriesgado ni algo para lo que tengas que llorar y mamar más de la cuenta, y para muestra un botón: Suecia es el tercer país exportador de música, y no de cds precisamente, sino de bandas de tan diversa forma de hacer música como The Knifes, The Caesars, Cardigans, Roxette, Fever Ray, Mando Diao, The Hives, The Sounds, Ace of Base, Robyn, Moneybrother, Soundtrack of Our Lives... todas ellas apoyadas por ayuntamientos y casas de la juventud y no por potentes disqueras chupasangres... y por si todas estas bandas y otras tantas (que haberlas las habrá pero que yo ya sinceramente no conozco) no fuera poco para ver la riqueza con la que tratan a la música en Suecia, sólo terminar con que de allí viene el Spotify.

martes, 12 de abril de 2011

Cómo hacer accesible la música de George Michael y otras cosas

Hace unos años, la revista El Jueves sacó una serie de dos discos llamados Versiones Imposibles donde grupos "de primera fila" del panorama español versionaban grandes clásicos de la música. Dos discazos donde se maginificaba canciones como la ¿desgarradora? versión de A Palo Seko del Se Nos Rompió el Amor de Tanto Usarlo que ponía más los vellos de punta que la original de la máh grandeh, o el mitiquísimo Miña Terra Galega de Siniestro Total que sólo te hace pensar en ¿Alabama? ¿Donde coñó cae eso?

Pues los british, que para estas cosas tienen menos gracias pero son más meticulosos... también llevan años haciendo sus cosicas con esto de los covers imposibles.

Hace unos años, en mi afán por buscar versiones de canciones que jamás confesaría que me dan buen rollito y por hacer de esta vida todo un poco más indie di con "el disco".



Cansado de los covers punk (que estan muy bien pero... cansa un poco) un día bicheando por las BBC sessions (lo dejo en inglés que queda muy sibarita, pero no son más que directos de la BBC, que mucho más categórico y con mejores grupos pero vendría a ser como nuestros conciertos de Radio 3), di con un programa llamado Live Lounge, donde grupos british y no tan british hacen acústicos presentando una canción propia y otra de otro artista de estilo totalmente diferente, con la finalidad de adecuarlo al estilo del grupo, dar otra visión diferente o simplemente divertirse destrozando la canción (que no pocas veces ha ocurrido...)

Es así como han salido grandes versiones que han convertido canciones de Britney Spears en indies, que George Michael en su época de Wham! (es decir, en su etapa más hortera todavía) suene a punk, que la andandura neo hippie de Paul McCartney suene guitarrera o que un clásico Motown suene a recién grabado. En definitiva hacer cualquier canción, buena, clásica o petarda, más accesible.

Hay varios discos editados sobre esta serie de mini conciertos, pero aunque en la mayoría de ellos se encuentran grandes versiones y canciones propias reinterpretadas magistralmente, el batiburrillo y el hecho de que se traten de unpluggeds puede resultar un empacho. En cambio, en el 2007 se editó el disco Radio 1 Established 1967 que conmemoraba los 40 años de la emisora Radio 1 BBC, para lo cual se pidió a 40 grupos que versionaran un clásico de los 40 últimos años, a condición de uno por año.

Es así como se consigue un recopilatorio que recoge gran parte de la historia de la música con una producción actual y facil de digerir... pero como todo esto suena a propaganda barata (y tan barata...), aqui dejo una selección para que os recreeis con lo que ofrece estos discos junto a las versiones de los artistas originales, ¡Así aprendeis leches!

Kaiser Chiefs Vs The Move - Flowers in the Rain

Foo Fighters Vs Paul McCartney & The Wings - Band on the Run

The Gossip Vs Wham! - Careless Whisper

Hard Fi Vs Britney Spears - Toxic

The Ting Tings Vs The Gossip - Standing in the way of control

Kasabian Vs Gwen Stefani - The Sweet Escape

Keane Vs Destiny's Child & Christina Aguilera - Dirrty & Bootylicious

The Last Shadow Puppets Vs Rihanna - S.O.S

Mäximo Park Vs Lady Gaga - Just Dance

The Noissettes Vs The Killers - When we were young

Vampire Weekend Vs Cheryl Cole - Fight for this love

lunes, 4 de abril de 2011

La sombra de Noel es alargada

El estreno de los Oasis sin Noel Gallagher (Beady Eye) es como una pizza, da igual si va a estar buena o no, te la vas a comer igual. Y a esta en concreto (Different Gear, Still Speeding) le he echado de menos algunos ingredientes y un poco más de cocción.

Y es que las prisas por ganarle la carrera a su hermano Noel le ha costado a Liam sacar un disco que pinta bien, pero de haberlo madurado un poco más hubiese podido estar a la altura del mejor brit clásico. La fórmula básica la tenía, de ahí a que tampoco sorprenda en demasía, a saber: Beatles + Madchester... y ya está, es decir, Oasis pero con una pizca más de rock y menos estribillos megalómanos (y memorables).

Y es que Liam (cuando digo Liam digo Oasis sin Noel, que son más si, pero al fin y al cabo ya sabemos a que se reduce Oasis...) ha rizado el rizo y ha revindicado más que su hermano el afán beatleriano hasta llegar a sonar más Beatle que los propios Beatles... más que lo que Lennon fue capaz de hacer sonar en su música una vez separado de los Fab Four, que por otra parte ojalá toda parte mala de un disco sea achacable a sonar demasiado beatleriano.



El estigma del disco reside en que Beady Eye no es Beady Eye, no es un grupo de rock (porque no es brit, ni pop, una de las cosas que hay que agradecer a Liam es que ha hecho un auténtico disco de rock de principio a fin, sin coletillas), es la mitad del grupo (con permiso de Blur, y sin él también, que a la hora de hablar de estos la actitud chulesca pondera) más grande de la escena britanica desde los Rolling y los Beatles. Si consigues aislarte de ese ambiente de comparación y olvidar a los omnipresentes de Liverpool, y ya de camino, del siglo en el que vivimos, te encuentras con un disco que gana y gana con las escuchas y que ciertamente, de haberse lanzado en otra época, la bocaza de Liam hubiese tenido razón y podríamos estar ante el disco más grande jamás grabado, pero no, no es 1960.

La canción que abre el disco (Four Letter Word) es perfecta para su misión, crearte espectativas, trasladarte al mundo de Liam, sacarte del de Oasis... Si el resto de canciones hubiese seguido la línea de guitarras de esta canción estaríamos ante la bravuconada perfecta de Liam, la patada perfecta al culo british de su hermano... y eso parecía que iba a pasar porque la sucesión de temazos puro rock 'nd roll que vienen a continuación predecían algo grande. Millionaire hace un uso de las guitarras impecable, sin excesos pero manteniendo un tempo que te hace preguntar que les pasó a los últimos discos de Oasis para que no sonaran así.



The Roller, segundo single, si hubiese potenciado más el sonido que la voz de Liam hubiese sido mucho mejor canción de lo que ya es... el resto del disco pierde brillantez, tiene sus momentos como la llegada del primer single, Bring the Light, una descarada (ya no se puede hablar ni de influencia) copia de Beatles en Standing of the Edge of Noise, que a tiempos le pones de estribillo Get Back y ni te enteras, e incluso en Wigwam, otra de las gratas sorpresas del disco, el final es un Hey Jude revisitado.

En general un disco coherente, agradable de escuchar y que ciertamente (y esta es la razón por lo que se ha sacado) le da mil vueltas al Oasis de los últimos 10 años, pero que podría haber sido mucho mejor. Conocemos el talento de Liam y la base estaba muy bien construida... Nuevamente su bravuconería le ha podido y ha preferido dar el golpe primero antes de sacar un mejor disco, esperemos que su hermano, más ¿comedido? y perfeccionista que él no caiga en el mismo error.

Pdt: Tanta influencia de los Beatles pero al fin y al cabo Liam & Co. han demostrado que la cultura musical british va mucho mas alla de Liverpool y de sus satánicas majestades y se han marcado un cover al final del disco de una canción olvidada del sonido Madchester, Sons of the Stage de los World Of Twist, dándole el esplendor que en su día los genuinos dueños no supieron mantener

domingo, 13 de marzo de 2011

Herencia de los 2000

Voy a volver la vista atrás nuevamente.... lo cual ya da de por sí señas del tema de esta entrada... El panorama musical actual es muy aburrido.

Ayer, en un colocón musical de lo más extraño, me puse a repasar via youtube los megamixs noventeros... esas remezclas de andar por casa que se hacían desde discotecas ibicencas para acabar sonando en cualquier cacharrito de feria en pueblos perdidos de la geografía española.

El ejercicio resulto ciertamente placentero... las hordas de horterismo que uno intenta ocultar volvieron a florecer desde el tranquilo silencio de un salón a las cuatro de la mañana.... como si un enchaquetado acabara la noche travestido me dejé llevar por las ondas del Ibiza Mix y el Máquina Total, santo y seña de la España cañí noventera.



Por suerte ya pasó, ahora de resaca musical lo que se me plantea es, fueraparte del pop y rock que siempre han estado presentes, los sesenta dejarón el folk, los setenta la música disco, los ochenta la Movida, el horterismo y media programación para cadenas musicales como Kiss FM o M80, los noventa el dance pegajoso, el brit y el grunge entre otros pero, ¿Que nos ha dejado la pasada década?

Ahora mismo no se me ocurre nada, desde anoche de hecho, cuando pensé mientras ese chuntachunta superreconocible noventeril sonaba de fondo qué podría caracterizar a los 2000 no se me ocurre nada al respecto, pero como algo tiene que haber, he hecho un ejercicio periodístico simulando que sirviera para algo (por lo pronto atajar el aburrimiento) y he ido a mi disco duro a ver que leches pasaba con la década de los 2000 más allá de Lady Gaga y sus secuaces.

La verdad que creativamente poca cosa que ya no existiera.... explosión de divas, más cool britannia (demostrando que el mercado sigue dominado por EE.UU - Inglaterra)... aunque dentro del más de lo mismo varios estilos han destacado. Cuando ya no tenía esperanzas en calificar a la década como desastrosa creativamente hablando me he dado cuenta que todo lo contrario, ha sido la década en la que mi querida musica indie ha dejado precisamente de ser tan indie.

En los 2000 hemos visto como se han hecho gigantes grupos como Arcade Fire, Yeah Yeah Yeahs, MGMT, M.I.A, The Strokes, Kings of Leon, Arctic Monkeys... Quizás el indie ha perdido su verdadero significado, pero ha ganado en esplendor y que leches, en calidad.



Ha renacido el movimiento brit como comentaba en la anterior entrada con grupos como Franz Ferdinand, Kaiser Chiefs, The Libertines.... Amy Winehouse ha dado brillo al añejo swim con una actitud punk en el lado adverso de este movimiento y hemos cambiado la depresión grunge noventera por un afán hacia el suicidio con el movimiento emo en grupos como My Chemical Romance, Fall Out Boy, Panic! At The Disco...

Quizás tanto abuso de sintetizador y de teclados al estilo MIDI en los 90 pedián una decadita más pausada al respecto y no acabar con música evolucionada a voces robotizadas, pero cuando escucho la magnificencia del Wake Up de Arcade Fire o veo a todo un estadio vibrando con el Seven Nation Army de los White Stripes, solo puedo pensar que... ¿A quien le importa que impera o no? Siempre habrá buena música, la cosa es encontrarla (y alejarse de la música latina de radiofórmula).

Toma Toma Dale Dale
Vs.
Indie de estadio

Visto así.... no ha sido tan mala década